Ansias de la Noche I
Punzante y frío el pasto prestaba como descanzo de un día agotador, no porla jornada ni el esfuerzo físico, si no que por todo lo que tuvo que meditardurante este. No fue fácil pensar lo que se debió hace durante meses, la presión del entorno y su misma presión para poder de una vez por todas estartranquilo, le jugaron una mala pasada a su delicado estado de salud.
Ya hacía un mes desde la última vez en que visitó a su amigo y pariente.
Manuel era un tipo de un desplante al hablar que te cautivaba, te envolvíaen sus palabras en su pensar y en su propio mundo, el cual a veces nosiempre resultaba ser un mundo verdadero. Su cabellera negra y sus ojosgrandes, no te daban tiempo para desviar la mirada a ningún rincón de sufría oficina, aunque a él le hubiese encantado que cautivaran la enormidadde diplomas y cartones que adornaban las paredes grises. Un hombre total ycompletamente esforzado, que luchó toda sujuventud por conseguir lo que deseaba, aunque nunca se lo dije, lo admiraba.
Me senté en la camilla, me hizo algunas pruebas de reflejos, las odio contodo mi ser, será porque siempre quedo en rídiculo con ellas. Al parecertodo marchaba bien, luego de lo sucedido hace dos meses no había tenídomolestias físicas, pero hice la promesa de visitar todos los sábados aManuel. A veces da la impresión que en vez de cardiologo fuese psicologo oguía espiritual, recuerdo que luego de examinarme me retuvo mas de una horay media, sólo para conversar de la vida, no se cómo pero su poder depersuasión es increible, de un momento a otro yo ya estaba contandole mis intimidades y los motivos que me llevarón al descontrol.
Son doce minutos para las ocho de la noche, y yo aun acá la noche estahermosa, aunque entre las nubes y las ramas no me dejan ver la luna, queríahablar con ella y decirle un par de cosas, puede sonar estúpido pero desdealgún tiempo converso con ella. Cada vez hace más frío, pero eso en estosmomentos pasa a un segundo o a un tercer plano, lo importante ahora esdescansar, descansar de todo y de todos, descansar incluso de mi mismo.
Cerró los ojos, y se dejó llevar por la brisa fría de julio, no había nadiemas por el lugar, sólo estaba él, el entorno y los recuerdos de lo sucedido.
Cuando desperté, la vista la tenía nublada y sentí un asco insdecriptible,con el solo respirar se me reolvía todo el estomago. Traté de mover lasmanos pero no pude, en realidad en ese momento no me importó mucho soloquería saber donde mierda estaba. Mí visión no mejoraba, además un silbidoagudísimo me atormentaba. Sentía un dolor en todo el cuerpo, como si hubiesesido arrollado por un camión o si mil elefantes caminaran sobre mí. Por unmomento intenté sentarme a ver si algo conseguía con eso, pero todo era envano no podía moverme, no veía, no escuchaba, no podía moverme, lo único quepodía hacer esa sentir ese olor a putrefacción que todo lo empeoraba.Intenté como último recurso dormirme, pero la desesperación de no saber quehacer me lo impedía. Traté de recordar algunas cosas de como por ejemplo,que había sido de mi antes de despertar, pero al solo intentar pensar lacabeza me parecía explotar; no quedaba mas que dejar que el tiempo pasara ytodo volviera de alguna manera a la normalidad.
No tenía la noción del tiempo que había transcurrido desde que desperté,pero sentí como si hubiese sido un día completo. Poco a poco recuperabatodos mis sentidos, mi vista mejoró conciderablemente, traté desperadamentede ver lo que se me encontraba a mi alrededor, pero lo único interesante quevi fue un reloj que estaba frente mio marcado las 3.48, en ese instante mepregunté si era tarde o madrugada, al ver la ventana cerrada, las cortinascerradas y las luces apagadas deduje que era de noche. Deseaba ver mas, peromi cabeza no podía girar mas allá, desconocia todo lo que pudiese estar enmis costados o detras de mi e incluso no podia verme ni los brasos ni pies. De pronto sentí el ruido de unos vasos al chocar, vi como algo se iluminafuera de la habitación, pasmado cerré los ojos y me hice el dormido,depronto el respirar suave de alguien se posó en mi rostro, poco a poco meiba sintiendo cansado, me estaba durmiendo? no sabía que me pasaba, peroluego de eso no recuerdo más.
El sonido de la gente al hablar me despertó, abrí los ojos y ellos estaban amis pies; ella lloraba yo no quería que pasara eso, poco a poco comprendítodo, todo lo que había sucedido. Ya podía moverme, a pesar del terribledolor estomacal que tenía. Los miré tratando de decir algo, pero no pudedecir nada, ellos me miraron y sonrieron, quizas por piedad, no lo sé, aúnno lo sé, en ese momento lo único que sabía es que había fallado.
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Ya hacía un mes desde la última vez en que visitó a su amigo y pariente.
Manuel era un tipo de un desplante al hablar que te cautivaba, te envolvíaen sus palabras en su pensar y en su propio mundo, el cual a veces nosiempre resultaba ser un mundo verdadero. Su cabellera negra y sus ojosgrandes, no te daban tiempo para desviar la mirada a ningún rincón de sufría oficina, aunque a él le hubiese encantado que cautivaran la enormidadde diplomas y cartones que adornaban las paredes grises. Un hombre total ycompletamente esforzado, que luchó toda sujuventud por conseguir lo que deseaba, aunque nunca se lo dije, lo admiraba.
Me senté en la camilla, me hizo algunas pruebas de reflejos, las odio contodo mi ser, será porque siempre quedo en rídiculo con ellas. Al parecertodo marchaba bien, luego de lo sucedido hace dos meses no había tenídomolestias físicas, pero hice la promesa de visitar todos los sábados aManuel. A veces da la impresión que en vez de cardiologo fuese psicologo oguía espiritual, recuerdo que luego de examinarme me retuvo mas de una horay media, sólo para conversar de la vida, no se cómo pero su poder depersuasión es increible, de un momento a otro yo ya estaba contandole mis intimidades y los motivos que me llevarón al descontrol.
Son doce minutos para las ocho de la noche, y yo aun acá la noche estahermosa, aunque entre las nubes y las ramas no me dejan ver la luna, queríahablar con ella y decirle un par de cosas, puede sonar estúpido pero desdealgún tiempo converso con ella. Cada vez hace más frío, pero eso en estosmomentos pasa a un segundo o a un tercer plano, lo importante ahora esdescansar, descansar de todo y de todos, descansar incluso de mi mismo.
Cerró los ojos, y se dejó llevar por la brisa fría de julio, no había nadiemas por el lugar, sólo estaba él, el entorno y los recuerdos de lo sucedido.
Cuando desperté, la vista la tenía nublada y sentí un asco insdecriptible,con el solo respirar se me reolvía todo el estomago. Traté de mover lasmanos pero no pude, en realidad en ese momento no me importó mucho soloquería saber donde mierda estaba. Mí visión no mejoraba, además un silbidoagudísimo me atormentaba. Sentía un dolor en todo el cuerpo, como si hubiesesido arrollado por un camión o si mil elefantes caminaran sobre mí. Por unmomento intenté sentarme a ver si algo conseguía con eso, pero todo era envano no podía moverme, no veía, no escuchaba, no podía moverme, lo único quepodía hacer esa sentir ese olor a putrefacción que todo lo empeoraba.Intenté como último recurso dormirme, pero la desesperación de no saber quehacer me lo impedía. Traté de recordar algunas cosas de como por ejemplo,que había sido de mi antes de despertar, pero al solo intentar pensar lacabeza me parecía explotar; no quedaba mas que dejar que el tiempo pasara ytodo volviera de alguna manera a la normalidad.
No tenía la noción del tiempo que había transcurrido desde que desperté,pero sentí como si hubiese sido un día completo. Poco a poco recuperabatodos mis sentidos, mi vista mejoró conciderablemente, traté desperadamentede ver lo que se me encontraba a mi alrededor, pero lo único interesante quevi fue un reloj que estaba frente mio marcado las 3.48, en ese instante mepregunté si era tarde o madrugada, al ver la ventana cerrada, las cortinascerradas y las luces apagadas deduje que era de noche. Deseaba ver mas, peromi cabeza no podía girar mas allá, desconocia todo lo que pudiese estar enmis costados o detras de mi e incluso no podia verme ni los brasos ni pies. De pronto sentí el ruido de unos vasos al chocar, vi como algo se iluminafuera de la habitación, pasmado cerré los ojos y me hice el dormido,depronto el respirar suave de alguien se posó en mi rostro, poco a poco meiba sintiendo cansado, me estaba durmiendo? no sabía que me pasaba, peroluego de eso no recuerdo más.
El sonido de la gente al hablar me despertó, abrí los ojos y ellos estaban amis pies; ella lloraba yo no quería que pasara eso, poco a poco comprendítodo, todo lo que había sucedido. Ya podía moverme, a pesar del terribledolor estomacal que tenía. Los miré tratando de decir algo, pero no pudedecir nada, ellos me miraron y sonrieron, quizas por piedad, no lo sé, aúnno lo sé, en ese momento lo único que sabía es que había fallado.
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4 Comments:
Mi niño!!!!
lo lei!!!
jiji..
quedo expectante a la espera de más
Ansias de la Noche...mm...
besitos
Te quiero.
Nuevo fotolog de la farandula Hurtadiana!!!!!!!
revisen posteen y rian.-
http://www.fotolog.com/carne_gulash
http://www.fotolog.com/carne_gulash
http://www.fotolog.com/carne_gulash
http://www.fotolog.com/carne_gulash
xao
ya me acorde !!
xDD!
ayyyy igual haber leido lo anteriormente escritome dio una previa para saber lo que puede llevar a que tu interior impulse ul lapiz, las teclas a traspasar una historia asi... si, fuerte, vi reflejada en ella lo que me ocurrio en un tiempo, lo que le paso a un amigo ._. creo que invade algo de angustia mi cuerpo, pero seguire leyendo... lo encontre demaciado interesante y tienes la capacidad de cautivar hasta cn lo mas crudo... esta vez el protagonista fallo con su objetivo, pero realmente sabe o esta conciente que eso no lo llevara a nada?
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